HIJO, AMOR ETERNO

A ESTA PEQUEÑA REGALO DE DIOS

A ESTA PEQUEÑA REGALO DE DIOS




Llévame de Puno a la Isla de Sta. Maria
que quiero conocer, antes de morir,
a esta peruanita.

¡Hola, azabache caído del cielo
a ésta tierra flotante!
¡Hola muñeca de mil colores !
Tus ancestros, culturas y civilizaciones
te depositaron en ésta tierra,
milagrosamente flotante.


Tu pequeñita, con ese tazón en tus manos
quizás de mayor tamaño que tú.
¡Ay,.. tenía que ser así !
Deseo que seas feliz toda tu vida
para gracia de nuestro Dios.


Anda peruanita, dame un caramelo de limón
de esos que guardas, porque aquí en tu tierra
me falta oxigeno.


No, no llores con esos lindos totos
que de tu cabello negro y brillante prenden
No dudes, que tu tez morena delatan
que eres de Uros,
allí donde tu sol Inca
en los bellos atardeceres
se hace color cuprita.


Tu, isleña, peruanita, de Sta Maria,
privilegiada de éstas islas,
no olvides que pronto, tus totos,

serán largos cabellos trenzados
y que estarás confeccionando
miles de pequeños cayucos
hecho de totora,
ese arte de hacer recuerdos
para el visitante.
Y así alabar a nuestro Creador.


Porque peruanita, no olvides
que tu mundo está hecho,
cuando seas mayor, para visitar
el Adoratorio Inca de Uyo,
y así seguir fertilizando
y haciendo eterno
ese misterioso y embrujado
lago de Titicaca.




Jose I Roca H
( D. Reservados).